viernes, 19 de septiembre de 2008
RESISTIR AL ARCHIVO 1
Macri dice que no puede ampliar el subte y acusa a la Casa Rosada
“Nosotros tenemos previsto construir 10 kilómetros de subtes por año, con un incremento sustancial en las frecuencias. La extensión y la creación de líneas de subterráneos deben ir acompañadas de un aumento sustancial de las frecuencias. Ya es sabido los problemas para abordar un coche en las horas pico. Si promovemos la utilización del subte no es para que la gente mayor pase largo tiempo esperando en los andenes una formación menos saturada o que los que puedan viajen como pescado enlatado” Mauricio Macri 18-5-2007
Durante la campaña electoral prometió que, si ganaba, construiría 10 kilómetros en cada uno de los 4 años de su gestión. Ya asumido, presentó en la Legislatura un plan para hacer 27 kilómetros. Ahora, Mauricio Macri anunció que el proyecto de ampliación de la red de subtes porteña "murió", debido a la combinación de "la poca vocación de la Nación y el aislamiento financiero del país".
Sin mencionar la crisis financiera mundial ni sus promesas electorales, el jefe de Gobierno echó las culpas sobre la administración kirchnerista, por su supuesta falta de predisposición a colaborar con la Ciudad y por su política económica, que dificulta el acceso al financiamiento internacional.
"Un proyecto de 2.500 millones de dólares, como el que tenemos para el subte, hoy en la Argentina es un viaje a la luna. O salimos del default técnico, negociamos con el Club de París y los bonistas o no tenemos ninguna posibilidad", dijo Macri el martes por la noche al canal C5N. "Los españoles, los chinos, los italianos, los brasileños... todos quieren vender el subte con crédito. Pero a alguno que no tenga tanto riesgo país como nosotros", agregó.
Estas declaraciones –fue a dos programas de TV un día antes de una nueva marcha en su contra– se inscriben en una escalada de la ofensiva de Macri contra el Gobierno nacional. En el macrismo ven la mano kirchnerista en una confrontación que –según dicen– estaría detrás, por ejemplo, de las marchas que complican el tránsito en las calles (ver pág. 41). "Casi todos me entorpecen: los gremios, la oposición, la Nación, los jueces que sacan amparos ridículos. Hay muchos reclamos genuinos, pero muchos tienen que ver con la mala política, la de entorpecer", dijo el Jefe de Gobierno.
Y en otro reportaje, en Canal 26, el jefe de Gobierno dijo: "Me gustaría poder sentarme con la Presidenta, cosa que no se logra. Uno puede competir destruyendo al otro o viendo quién es el mejor. A mí, que he sido deportista toda mi vida, me gusta ver quién es el mejor".
De acuerdo al plan presentado por el macrismo en la Legislatura, 1.500 de los 2.500 millones de dólares necesarios para construir 27 kilómetros de subte saldrían de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero los macristas dicen que no obtuvieron la "garantía soberana" de la Nación, necesaria para presentar ante un organismo financiero internacional.
Desde el Gobierno Nacional no hubo una respuesta política, sino técnica. Fuentes oficiales confirmaron a este diario que los bonos de las provincias o de la Ciudad necesitan el aval de la Nación.
"La Ciudad completó recién en los últimos 10 días la información relativa a la colocación que desea hacer –señalaron esas fuentes– y a partir de la profundización de la crisis financiera internacional, se está analizando si es necesario pedir mayores precisiones o requerimientos sobre la colocación".
La relación entre la Ciudad y la Nación parece estar pasando por el peor momento, luego de un comienzo de las gestiones de Macri y Cristina Kirchner en el cual hubo gestos de ambos lados.
El anuncio de Macri, en marzo, de que la Ciudad creará su propia Policía, por la negativa del Gobierno Nacional a traspasar la Federal con los recursos, fue una de las primeras señales de deterioro.
A fines de julio, cuando Sergio Massa asumió la jefatura de Gabinete en reemplazo de Alberto Fernández, se anunció una reunión con el jefe de Gobierno, pero el encuentro nunca se realizó.
Ahora, Macri insiste en responsabilizar a la Nación por el estancamiento de proyectos de agenda común, como la construcción de la autopista ribereña o el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. El martes, acusó al Gobierno de "entregar material" a piqueteros para que sigan construyendo viviendas en la Villa 31.
Con respecto a los subtes, el presidente de la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), salió a tratar de bajarle el tono a las palabras de Macri: "Lo que murió es el esquema original de financiación, que se sostenía en un préstamo del BID", dijo a Clarín Jorge Irigoin.
“Nosotros tenemos previsto construir 10 kilómetros de subtes por año, con un incremento sustancial en las frecuencias. La extensión y la creación de líneas de subterráneos deben ir acompañadas de un aumento sustancial de las frecuencias. Ya es sabido los problemas para abordar un coche en las horas pico. Si promovemos la utilización del subte no es para que la gente mayor pase largo tiempo esperando en los andenes una formación menos saturada o que los que puedan viajen como pescado enlatado” Mauricio Macri 18-5-2007
Durante la campaña electoral prometió que, si ganaba, construiría 10 kilómetros en cada uno de los 4 años de su gestión. Ya asumido, presentó en la Legislatura un plan para hacer 27 kilómetros. Ahora, Mauricio Macri anunció que el proyecto de ampliación de la red de subtes porteña "murió", debido a la combinación de "la poca vocación de la Nación y el aislamiento financiero del país".
Sin mencionar la crisis financiera mundial ni sus promesas electorales, el jefe de Gobierno echó las culpas sobre la administración kirchnerista, por su supuesta falta de predisposición a colaborar con la Ciudad y por su política económica, que dificulta el acceso al financiamiento internacional.
"Un proyecto de 2.500 millones de dólares, como el que tenemos para el subte, hoy en la Argentina es un viaje a la luna. O salimos del default técnico, negociamos con el Club de París y los bonistas o no tenemos ninguna posibilidad", dijo Macri el martes por la noche al canal C5N. "Los españoles, los chinos, los italianos, los brasileños... todos quieren vender el subte con crédito. Pero a alguno que no tenga tanto riesgo país como nosotros", agregó.
Estas declaraciones –fue a dos programas de TV un día antes de una nueva marcha en su contra– se inscriben en una escalada de la ofensiva de Macri contra el Gobierno nacional. En el macrismo ven la mano kirchnerista en una confrontación que –según dicen– estaría detrás, por ejemplo, de las marchas que complican el tránsito en las calles (ver pág. 41). "Casi todos me entorpecen: los gremios, la oposición, la Nación, los jueces que sacan amparos ridículos. Hay muchos reclamos genuinos, pero muchos tienen que ver con la mala política, la de entorpecer", dijo el Jefe de Gobierno.
Y en otro reportaje, en Canal 26, el jefe de Gobierno dijo: "Me gustaría poder sentarme con la Presidenta, cosa que no se logra. Uno puede competir destruyendo al otro o viendo quién es el mejor. A mí, que he sido deportista toda mi vida, me gusta ver quién es el mejor".
De acuerdo al plan presentado por el macrismo en la Legislatura, 1.500 de los 2.500 millones de dólares necesarios para construir 27 kilómetros de subte saldrían de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero los macristas dicen que no obtuvieron la "garantía soberana" de la Nación, necesaria para presentar ante un organismo financiero internacional.
Desde el Gobierno Nacional no hubo una respuesta política, sino técnica. Fuentes oficiales confirmaron a este diario que los bonos de las provincias o de la Ciudad necesitan el aval de la Nación.
"La Ciudad completó recién en los últimos 10 días la información relativa a la colocación que desea hacer –señalaron esas fuentes– y a partir de la profundización de la crisis financiera internacional, se está analizando si es necesario pedir mayores precisiones o requerimientos sobre la colocación".
La relación entre la Ciudad y la Nación parece estar pasando por el peor momento, luego de un comienzo de las gestiones de Macri y Cristina Kirchner en el cual hubo gestos de ambos lados.
El anuncio de Macri, en marzo, de que la Ciudad creará su propia Policía, por la negativa del Gobierno Nacional a traspasar la Federal con los recursos, fue una de las primeras señales de deterioro.
A fines de julio, cuando Sergio Massa asumió la jefatura de Gabinete en reemplazo de Alberto Fernández, se anunció una reunión con el jefe de Gobierno, pero el encuentro nunca se realizó.
Ahora, Macri insiste en responsabilizar a la Nación por el estancamiento de proyectos de agenda común, como la construcción de la autopista ribereña o el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. El martes, acusó al Gobierno de "entregar material" a piqueteros para que sigan construyendo viviendas en la Villa 31.
Con respecto a los subtes, el presidente de la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), salió a tratar de bajarle el tono a las palabras de Macri: "Lo que murió es el esquema original de financiación, que se sostenía en un préstamo del BID", dijo a Clarín Jorge Irigoin.
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