jueves, 25 de septiembre de 2008

Negociación con el gremio ya tensiona presupuesto porteño

Los conflictos gremiales para el macrismo están generando un problema de gravedad para la gestión de gobierno.

En este contexto, el diseño del Presupuesto 2009, que será presentado el 30 de septiembre en la Legislatura porteña, comenzó a ajustarse también teniendo en cuenta los reclamos de los sindicatos, en especial de Sutecba (el más importante de la ciudad).

De esta manera, en estos días comenzaron las reuniones informales que desembocarán en la mesa paritaria. Entre otras cosas, fuentes gremiales aseguraron a La Política Online que pedirán un piso de incremento salarial acorde a la inflación real. Esto supone, entre el 25 y el 30 por ciento.

En el sindicato que manejan Amadeo Genta y Patricio Datarmini creen que hay que mantener el mismo nivel de incidencia en sueldos que en otros presupuestos. “Pretendemos que, si crece el nivel de inversión, también crezcan los salarios”, apuntan en Sutecba. Actualmente cerca de la mitad del presupuesto se dirige a sueldos.

Además, le pedirán al gobierno porteño firmar un nuevo convenio para crear una nueva carrera administrativa que incluya el achicamiento del escalafón actual (de 16 a 10) y jerarquizar al personal vinculado a la atención al público y a los sectores operativos (los empleados que trabajan con maquinarias, mantenimiento, entre otros).

“Lo que tiene que ver con tareas insalubres o penosas sólo está contemplado en algunos sectores, queremos que llegue a todos los trabajadores”, explica una alta fuente del sindicato a este medio.

En 2005 el gobierno de Aníbal Ibarra había comenzado con una reforma, pero el juicio por Cromañon dejó paralizada la iniciativa.

A esto, habrá que sumarle los reclamos de ATE (un sindicato menor en la estructura administrativa) y, en especial, los de los 17 gremios docentes.

De todas formas, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, ya le comunicó Suectba que el gobierno no está dispuesto a resignar un porcentaje dedicado a obras para aumentar sueldos. A partir de ese supuesto, el margen de negociación se achicará para el macrismo.

“El ibarrismo aumentaba pero tenía altos niveles de ejecución. Nosotros no caeremos en eso”, apunta una fuente del PRO que conoce las cuentas del Ejecutivo porteño.

El Presupuesto, por dentro

En principio, el proyecto de Presupuesto para el año que viene, que ingresa en la Legislatura el 30 de septiembre, prevé 16 mil millones de pesos, de los cuales 1.500 corresponderán a un nuevo endeudamiento para obras de infraestructura.

Acorde a lo que evalúan en el Ministerio de Hacienda, se incrementarán 8 por ciento los gastos corrientes para todos los ministerios y ese sería el tope máximo.

Según explican fuentes del gobierno porteño, la idea ese elevar el nivel de inversión del 10 por ciento actual al 20 por ciento. Esto implica: entre 3500 y 4000 millones de pesos serán destinados a recursos genuinos de la ciudad para obra pública.

Por otra parte, no habrá aumentos en patentes y ABL, pero sí en el impuesto a los ingresos brutos para equiparar los incrementos en la provincia de Buenos Aires. Claro que aún no se determinó si será un aumento general o escalonado (se habla de un aumento del 10 por ciento).

El debate radica en que, luego de la experiencia de Hermes Binner en Santa Fe, el macrismo no quiere ganarse un conflicto a causa de esta medida si se aplica de forma general, aunque en ese caso se recaudaría mucho más. De todas maneras, la administración porteña espera lograr unos $600 millones adicionales para el año próximo.

A su vez, eliminará la denominada “alícuota cero” que permitía a algunos sectores de la industria, el turismo, y las empresas constructoras pasarían a tributar entre el 1 y el 1,5% de su facturación por ese impuesto. En el 2001, habían sido beneficiadas por Ibarra en medio de la crisis.

Otro dato a tomar en cuenta, en especial en la negociación con el gremio, tiene que ver con la inflación que se estimará. Será del 12 por ciento aproximadamente. La idea en este caso, según reconocen en el PRO, es no incentivar expectativas inflacionarias que puedan obligar a, tiempo después, ajustar el presupuesto.

En este marco, una parte significativa del presupuesto tendrá que ver con compromisos asumidos con proveedores producto de una serie de licitaciones que ya fueron adjudicadas y que se irán pagando el año que viene. Claro que a esto habrá que sumarle otro aumento a los contratistas del Estado por redeterminación de precios, generalmente a mitad de año.

Como sea, en pleno año electoral, se elevará el presupuesto para Espacio Público, acaso una de las áreas con mayor visibilidad. Mientras tanto, esta semana legisladores de la comisión de Presupuesto y técnico del Ejecutivo terminan de trazar la “letra chica” del proyecto. Es que, seguramente, habrá muchos retoques en el debate legislativo.
Publicado por No está tan bueno Buenos Aires en 19:54 |  
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